Título original: Exposed
Origen: EE.UU.
Dirección: Gee Malik Linton como Declan Dale
Guión: Gee Malik Linton
Intérpretes: Ana de Armas, Gabe Vargas, Sandy Tejada, Ariel Pacheco, Ismael Cruz Cordova, Jose De La Cruz, Anthony Ruiz, Stephen Thompson, Keanu Reeves, Mira Sorvino, Denia Brache, Laura Gómez, Jeanette Dilone
Fotografía: Trevor Forrest
Montaje: Melody London
Música: Carlos José Alvarez
Duración: 102 minutos
Año: 2016
4 puntos
FRANKENSTEIN RELIGIOSO-POLICÍACO-MELODRAMÁTICO
Por Rodrigo Seijas
El de Hija de Dios es de esos casos donde difícilmente sepamos cuáles eran las verdaderas intenciones del autor. Lo que sucedió fue lo siguiente: el film era originalmente un drama que tocaba cuestiones complejas como el abuso sexual, las pérdidas que ocasiona la guerra y la fe religiosa, pero cuando fue adquirida por Lionsgate Premiere, el estudio decidió reeditarla, dándole más peso (y minutos) al personaje de Keanu Reeves, que tenía un rol de reparto. Eso terminó alterando la visión original del director Gee Malik Linton, quien pidió no quedar asociado al producto final: de ahí que figure como autor del guión, pero no como director.
Igual el relato no se caracteriza por su síntesis: hay un detective (Reeves) investigando el asesinato de su compañero, de quien había claros indicios que era corrupto; y su historia va en paralelo con la de una joven (Ana de Armas) que tiene a su prometido prestando servicio en Irak, y que empieza a tener extrañas visiones donde se le aparecen entidades cuasi espirituales.
El problema no es tanto el paralelismo o la variación de tonos (que pasan del policial al drama sin transiciones), sino que no se establecen puentes adecuados: la tensión y atención sólo se mantienen en la primera media hora, con lo que va prevaleciendo la sensación de que estamos ante un Frankenstein difícil de describir, que en vez de generar empatía, expulsa al espectador.
Para colmo, la vuelta de tuerca final posee unas dosis elevadas de manipulación y todo termina siendo un combo religioso-policíaco-melodramático bastante indigesto. De todos modos, es difícil echarla la culpa a Linton, teniendo en cuenta que le quitaron la obra de sus manos. Hija de Dios es en verdad, lamentablemente, una obra sin autor.
