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Recapitulación de Homeland: Inminent risk

Por Rodrigo Seijas

(@funcinemamdq)

ATENCIÓN: SPOILERS
En la imagen que se puede ver aquí aparece el personaje que fue la verdadera fuerza motora detrás de casi todos los acontecimientos de este nuevo capítulo. ¿Saul? Obvio que no. Dar Adal estuvo moviendo todos los hilos en Inminent risk, manipulando, mintiendo y destrozando vidas a su paso, aunque siempre en nombre de todo lo que es bonito y patriótico.

Carrie fue sin dudas la que peor la pasó producto de las artimañas de Adal y lo peor es que ni siquiera sabe que él es el culpable. Lo cierto es que aquí Homeland retomó cierto tono entre angustiante e incómodo que había prevalecido en las primeras temporadas, cuando la bipolaridad de Carrie era su peor enemigo. Da para preguntarse cuánto agrega a esta temporada los padecimientos que ha afrontado y continuará afrontando Carrie en lo que refiere a su hija Franny, que queda totalmente alejada producto del accionar del Servicio Infantil, que interviene luego del tiroteo protagonizado por Quinn en el capítulo anterior. No solo es un retroceso a elementos que ya parecían enterrados por parte de la serie, sino también una fuerte y hasta impropia suspensión de todos los conflictos referidos al atentado en Nueva York. Es como si justo cuando parecía arrancar a mil por hora, los guionistas hubieran decidido tomarse un respiro y desviar totalmente el foco.

Lo que hay que reconocer es la cruel efectividad de Adal, cómo explota todas las debilidades que ha ido acumulando Carrie a lo largo de su carrera para sacarle a su hija y derrumbarla psicológicamente. También la frialdad de los organismos estatales para analizar situaciones particulares, interrogando a Carrie sin piedad y sin dejarle pasar una, para luego tomar decisiones que supuestamente son para el bien de Franny pero seguramente tengan consecuencias totalmente contrarias.

Adal también es efectivo en lo que refiere al destino de Quinn. Es él quien estuvo detrás de su traslado realizado por Astrid y quien luego se ocupa de contarle lo justo y necesario respecto a Carrie para volver a convertirlo en un peón de su bando. Ese no es el único aspecto oscuro de la conversación entre Adal y Quinn: también esa breve pero filosa referencia a una situación entre ambos que estuvo marcada por el abuso. Adal dice en un momento “nunca forcé a nadie”. Quizás, aunque seguro que siempre ha creado los escenarios necesarios para que todo pase de acuerdo a sus deseos.

Donde las cosas no salen tan bien como quiere Adal es en lo referido a Saul: por más que haya dispuesto todo para retrasarlo y evitar su encuentro con el doble agente iraní Majid Javadi, el otro gran personaje de Inminent risk, el encuentro se concreta. Javadi la pasa bastante mal cuando es torturado por la seguridad iraní en Estados Unidos, pero logra escapar e informarle a Saul la verdad sobre todo lo del supuesto programa nuclear de Irán. Ahí es cuando demuestra que solo cree en los objetivos pero no en las formas: con una frialdad notable, acuerda los términos de su asilo y luego asesina a quien había sido su salvador, borrando de esta manera todo rastro. Cuando Saul lo cuestiona, su respuesta es categórica: “sin cabos sueltos. Vos me enseñaste esto, Saul. Ahora ayudame a ponerlo en el baúl”.

Como se ve, Homeland es una serie repleta de gente amable.

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