Por Rodrigo Seijas
Ayer jueves 23 de febrero comenzó en la Ciudad de Buenos Aires la Primera Muestra de Cine Iraní independiente, que tiene como sedes al Espacio INCAA Cine Gaumont KM 0 (Av. Rivadavia 1635) y el Espacio Cultural El Tipográfico (Av. San Juan 3246), y que se extenderá hasta mañana 25 de febrero. FUNCINEMA tuvo oportunidad de conversar con el guionista y director Fabio Zurita, organizador del evento, quien explicó los objetivos y expectativas de la muestra, y ofreció un panorama general del estado actual del cine iraní y su vínculo con el público argentino.
-¿Cómo surgió la idea para la muestra? ¿Cuáles son sus objetivos?
A partir de un amigo iraní, que me presento a la gente del festival AMMARFILM y entre las ideas estaba la propuesta de presentar un guión con la posibilidad de filmar en Irán. El objetivo es crear muestras de cine sin fronteras, que no por haber ganado en festivales de cine europeos uno pueda ver cine producidos en Irán para el público iraní. Algunas películas nos han dejado una gran enseñanza, según propias palabras del público a la salida de ver Orfanato de Irán.
-La muestra lleva incluida en su nombre la denominación “independiente”. ¿Cree que se pueden apreciar diferencias con otro cine iraní, más “mainstream”? ¿Cuáles serían esas diferencias?
AMMARFILM es un festival independiente en el sentido de que las películas que participan en su festival llegan a la mayor cantidad de público y el festival es financiado con aportes de la misma gente. La diferencia con películas que buscan ganar premios es su necesidad de tener que mostrar algo que seduzca a un jurado internacional. En cambio, hay películas que apuntan al gusto del pueblo universal y principalmente local.
-El boom inicial del cine iraní en la Argentina se produjo hace prácticamente dos décadas. ¿Cómo cree que ha evolucionado la recepción del público argentino respecto a la cinematografía de Irán?
El cine iraní apareció pero luego, misteriosamente, nos quedamos sin ver producciones de ese país, como si se hubiese generado una falta de producción de ese cine y solo a veces vemos que ganan premios internacionales. Sin embargo, producen doscientas películas al año.
-¿Cuál es la situación actual del cine iraní? ¿De qué manera dialoga con su propia cultura y con el resto del mundo?
Hoy día, en Irán cuentan con varios directores del cine que, salvo por señores como Kiarostami y Farhadi, son ignorados todavía por los festivales internacionales, como Abolghasem Talebi, cuyas obras serán estrenadas durante la muestra. Asimismo, existen otros cineastas como Ebrahim Hatamikia, que tratan de retratar la realidad artística, cultural y política de Irán, aunque el mundo ha cerrado sus ojos ante los empeños de ellos. Por eso procuramos desprenderlos de esta privación.
-¿Qué películas (cortos o largos) recomendaría especialmente y por qué?
Entre los cortos, Mercado de la bondad, porque me gustan las películas cortas que dejan un mensaje para reflexionar. Entre los largos, Orfanato de Irán, una película cruda que se asemeja con algunas películas argentinas como La Patagonia rebelde.
-¿Cuáles son las expectativas de cara a la primera edición?
Creo que estamos superando las expectativas, teniendo en cuenta las grandes dificultades que afrontamos a la hora de organizar la muestra. Hay una gran respuesta del público y muchos medios se acercaron a cubrir. Uno es más exigente que los resultados a simple vista y sabemos que hay mucho por trabajar de cara a otra muestra. Pero la idea principal era mostrar un cine iraní nunca visto y llegamos al espacio del Gaumont a sala llena.