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Candela Figueira: “Nos interesaba mostrar un lado más emotivo de la fiesta”

Por Rodrigo Seijas

(@fancinemamdq)

candela_figueiraBlue lips, que se estrena este jueves 17 de marzo en las salas nacionales, es una coproducción argentino-española que transcurre en diferentes lugares del mundo, siendo su foco principal la fiesta de San Fermín de Pamplona. Realizada con la colaboración conjunta de realizadores y actores de distintas latitudes, supuso un particular esfuerzo de producción. Una de las productoras, Candela Figueira, charló con FANCINEMA sobre el origen del proyecto, los distintos procesos que atravesó, las formas de trabajo escogidas y las expectativas de cara al lanzamiento en nuestro país, entre otros tópicos.

-¿Cómo surgió la idea para el proyecto? ¿Desde un principio tuvieron claro las dificultades que implicaba?

Maitena Muruzabal, la otra productora, y yo nos conocimos estudiando cine en Los Ángeles junto a un grupo de cineastas de distintas partes del mundo. Luego de finalizar los estudios, cada uno regresó a su lugar de origen. Cuando se cumplieron 10 años del aniversario de cuando nos conocimos, se nos ocurrió que podíamos reunir a ese grupo de cineastas una vez más y hacer una película juntos. La idea era aprovechar y potenciar las características del grupo. Como estábamos dispersos por el mundo, desarrollamos una película con personajes de distintas ciudades y de esta manera sacamos provecho a algo que en principio podía ser un inconveniente.

Maitena, el Director de Fotografía Rob Webb y yo ya habíamos trabajado en otro largometraje durante las fiestas de San Fermín y sabíamos lo que esto suponía. Por eso intentamos preparar al equipo para afrontar este reto. Todos estuvimos muy bien predispuestos a trabajar colaborando y a adaptarnos a las situaciones que se nos presentaran.

-¿Qué dificultades afrontaron para obtener financiación?

Al ser un proyecto sin precedentes, nos pareció que iba a ser complicado conseguir una financiación tradicional. Si bien obtuvimos una ayuda del Programa Media y otra del Gobierno de Navarra, intentamos conseguir financiación en el ámbito privado a través  de patrocinios, crowfunding y colaboraciones.

-¿Cómo fue el armado del grupo de directores y el elenco? ¿Qué se buscó aportar desde cada integrante?

Primero se armó el equipo con los integrantes del grupo original y luego se fue incorporando el resto del equipo. Cuatro de los directores pertenecían al grupo original y dos, Nacho Ruiperez y Antonello Novellino, fueron seleccionados a través de una convocatoria que hicimos a través de la página web. Comenzamos rodando en España, donde todos los directores trabajaron juntos. Nos pareció que esto era fundamental para que juntos diseñaran un lenguaje común que se tradujera luego en los rodajes de los diferentes países.

-¿De qué forma se trabajó la difusión del proyecto? ¿Sólo se utilizó a las redes sociales como plataforma?

Las redes sociales se incorporaron desde la génesis del proyecto. Desde el momento de la idea se fue compartiendo con los seguidores todo el proceso de desarrollo y producción de la película: casting, selección de locaciones, se hizo un diario de rodaje…  Además, se realizaron acciones participativas como sorteos y convocatorias.

-¿Qué papel jugaron las diferentes ciudades en el film, especialmente San Fermín, que es donde se hace más foco?

Cada una de las ciudades nos sirve para conocer a los personajes. Nos muestran su mundo, de dónde vienen antes de meterse en el caos de San Fermín, que tiene un papel protagónico en la película. Nos interesaba mucho mostrar un lado de la fiesta más emotivo que el que se suele conocer.

-¿Cómo se construyeron los personajes? ¿Qué relación entablan con los espacios urbanos? ¿Cuánto hubo de diseño previo y cuánto de improvisación en el momento del rodaje?

Cada uno de los directores ensayó con el actor al que dirigieron y ensayó en conjunto con los demás directores en las escenas en las que los personajes interactúan. Se trabajó mucho los meses previos al rodaje para diseñar cada una de las escenas. Luego en el momento del rodaje se adaptaron las mismas a la situación real. En general no hubo mucha improvisación en cuanto al diálogo pero en algunos casos hubo que cambiar la localización o modificar planos.

-En las instancias de filmación, ¿Qué dificultades encontraron? ¿De qué factores supieron sacar ventaja?

La mayor dificultad de rodar en San Fermín es que las calles están abarrotadas de gente, por lo que hay que moverse con un equipo reducido. Por un lado intentando no llamar mucho la atención y por otro para poder transitar por las calles. Esto da mucha flexibilidad a la hora de adaptarse.

-¿Qué expectativas tienen de cara al estreno en la Argentina?

Nos gustaría mucho que el público de Buenos Aires vaya al Gaumont a ver y emocionarse con Blue Lips.

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