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Justicia ciega

justice1Título original: A certain justice
Origen: EE.UU.
Dirección: Giorgio Serafini, James Coyne
Guión: James Coyne
Intérpretes: Cung Le, Dolph Lundgren, Vinnie Jones, Briana Evigan, Gianni Capaldi, James C. Burns, Robert LaSardo, Jonathan Kowalsky, Jake Jacobson, Scott Sheeley, Hanley Chan
Fotografía: Marco Cappetta
Montaje: John Quinn
Música: Brian Jackson Harris, Justin Raines, Michael Wickstrom
Duración: 96 minutos
Año: 2014
Compañía editora: SBP


5 puntos


La violencia como único lenguaje

Por Rodrigo Seijas

(@fancinemamdq)

justice2No deja de ser raro, pero tanto los problemas como las virtudes de Justicia ciega empiezan y terminan en la misma persona: su guionista y codirector James Coyne. Esto puede ser explicado de la siguiente forma: si su guión tiene unos cuantos elementos interesantes por la manera en que aborda cuestiones como la venganza, la justicia por mano de propia y la retroalimentación en los círculos de la violencia, convirtiéndose por momentos en una reversión urbana de Rambo y Sin lugar para los débiles, su trabajo en la dirección junto a Giorgio Serafini desperdicia numerosas oportunidades, al encontrar en muy pocas ocasiones el tono adecuado.

Esto ya se puede intuir desde el mismo comienzo, que es probablemente uno de los más confusos de la historia del cine reciente: un mejunje de imágenes correspondientes a distintos tiempos y espacios dentro del relato, pésimamente montadas y al ritmo de una música pesada y ruidosa. Allí se intuye lo peor, pero de a poco la historia se va definiendo de forma más fluida y coherente, a partir de la voz en off un tanto resignada -y un tanto robótica- de Cung Le en la piel del protagonista, John Nguyen, quien vuelve a Los Angeles luego de un tour como mínimo traumático en Irak, que lo ha dejado totalmente solitario y aislado de sus afectos familiares. Casi por casualidad, se meterá en una pelea con unos matones para defender a una prostituta a la cual estaban golpeando, asesinará a un par, molerá a palos a otros, y a partir de ahí se verá metido en una situación pesadillesca, siendo perseguido tanto por la policía como por la mafia.

Aunque es cierto que Justicia ciega tiene un argumento ya muchas veces visto, no deja de ser interesante la manera en que se permite armar una especie de relato que roza lo coral, donde Nguyen es el centro, pero también intervienen unas cuantas figuras en pugna, con sus propias historias, razonablemente desarrolladas a pesar de las múltiples líneas narrativas puestas en juego: un policía rudo, ejemplar representante de la vieja escuela, que padece al mismo tiempo la enfermedad terminal de su esposa; un mafioso inglés de nivel medio (Vinnie Jones) buscando ascender a través de diversos tratos de drogas; la prostituta salvada por Nguyen, quien a pesar de los golpes siempre vuelve al único lugar que conoce; la típica mano derecha del jefe mafioso, que empieza a sentirse asqueado con todo lo que ve y hace día a día; y claro, el capomafia (Dolph Lundgren, también productor del film, en una muy buena actuación), que es esa clase de sujetos que mueve los hilos y a la vez puede convertirse en brazo ejecutor de sus propios negocios.

Hay que decir que Justicia ciega tiene unos cuantos momentos atendibles, donde surge una violencia pautada por las relaciones de poder entre diversos personajes o la soledad de otros, presos siempre de sus propias acciones. El gran problema es que la puesta en escena equivoca casi siempre el abordaje requerido de acuerdo a cada secuencia: el film requería un estilo seco y crudo, pero alterna entre el regodeo sanguinolento o una edición videoclipera que le resta impacto al conjunto. Para colmo, sobre el final surgen unos cuantos discursos obvios y redundantes, que más que sumar, restan. Esto lleva a que Justicia ciega quede a mitad de camino: podría haber sido mucho peor (¿se imaginan esto filmado por Iñárritu?) pero también podría haber sido mucho mejor.

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