Por Rodrigo Seijas
Carolina María Costas acaba de ganar el premio a Mejor Actriz del 48 Hour Film Project, por su trabajo en el corto Mi última curda. También es integrante del elenco de la ficción nacional Cuatro de copas, mientras dicta seminarios destinados a actores y directores. De todos estos aspectos de su carrera y de la profesión actoral habló en una entrevista con FANCINEMA.
-¿Cómo llegaste a involucrarte en el proyecto de Mi última curda? ¿Qué te llamó la atención o te atrajo del rol?
El director del proyecto es Gonzalo Acosta, mi pareja y compañero. Confiamos ambos en el trabajo del otro, sumado al excelente equipo de profesionales y seres humanos que participaron en los roles técnicos y artísticos creo es la clave de todo trabajo exitoso… Con el mismo equipo y director terminamos un proyecto hace poco El tesoro de Aurora, sobre el abuso sexual infantil, temática fuerte pero que hay que tocar, y no ser indiferente.
-¿Cómo fue la dinámica de trabajo, teniendo en cuenta que era un corto con un fuerte peso dramático que sin embargo debía ser rodado rápidamente?
Este corto fue realizado en el marco de un concurso donde los cortos deben realizarse en 48 horas (48 Hour Film Project). Dentro del mismo tiempo se sortean varios elementos para realizarlo, como el género (nos tocó drama), elemento (nos tocó raqueta) y los personajes (nos tocó bailarín y bailarina) y los nombres (Silvio di Biase). Por ende el guión, preproducción, rodaje y montaje tenía que ser dentro de ese tiempo. Como te decía anteriormente, creo que la clave para el trabajo exitoso es el trabajo en equipo, con respeto y cariño.
-¿Qué significa el premio que recibiste a mejor actriz en este momento de tu carrera?
Después de tanto trabajo, es un mimo, aunque para mí es un premio todos los días la gente que me rodea y elijo rodearme, empezando por la excelente persona y compañero que es mi pareja y toda la gente con la que elijo rodearme y nutrirme día a día. Lo que enseño en mis clases y trato de aplicar: no se puede ser mejor actor o director en un set o en un plató o en un teatro, si no se lo es primero en la propia vida.
-¿Qué aspectos creés que pueden destacar a Cuatro de copas por sobre las otras ficciones que se producen en el ámbito nacional?
Es una ficción federal, una ficción misionera con alumnos y técnicos que fueron en algún momento alumnos míos, estoy muy orgullosa de ellos. ¡Se puede! La vendieron a México y estoy muy orgullosa de ellos. Fue una serie que se realizó en la Triple Frontera con mixturas de idiomas en momentos (como el guaraní y el portugués).
-¿Cómo fue el proceso de realización de Cuatro de copas? ¿Cómo es tu personaje?
La serie se realizó en diez días en Misiones (Oberá y Posadas) y Santa Rosa, Brasil. La primera temporada son cuatro capítulos de 24 minutos aproximadamente cada uno. Mi personaje es una policía, madre soltera, trabaja en una profesión en su mayoría de hombres y machista en la provincia de Misiones. Ella se ganó el respeto de sus compañeros aunque a muchos no les guste la idea. No puede mostrarse vulnerable y se hace la fuerte, hasta que va mutando y “sacándose la careta” a medida que le van pasando sucesos en su vida y en su entorno y toca fondo…
-¿Cómo son las dinámicas de aprendizaje que desarrollás en tus seminarios?
En los seminarios, trabajamos el desbloqueo emocional creativo, se trabaja la creatividad, el auto-conocimiento y la transformación interior. Se ven los bloqueos en la interrelación actor-director. Los actores y actrices aprenden las diferentes técnicas actorales para desbloquear su potencial y rendir al 100% en el rodaje. Y a los directores se les pone a su disposición herramientas necesarias para entender al actor/actriz a través de “instrumentales” y conseguir los mejores resultados en el rodaje.
-¿Qué creés que necesita una actriz para transmitir todos sus conocimientos a través de la docencia?
Primero haber atravesado todos eso bloqueos creativos, haberlos vivenciado, porque no se puede pedir algo a otro si no se conoce o vivenció. Querer lo mejor para sus alumnos y cuando ellos “crecen” vos crecés y así sucesivamente… Uno aprende muchísimo enseñando con el plus, que se pone muy feliz al ver los logros de los alumnos. ¡Es genial! Formo y entreno actores, y muchas veces también entreno, siempre hay que entrenar, es como dejar de ir al gimnasio, ¡volver a empezar cuesta horrores! He trabajado mucho con directores que fueron alumnos míos (como Cuatro de copas) pero no me meto en la dirección de actores en un rodaje, ahí confió y me entrego a la visión del director o directora y estoy en el rol de actriz. Y no me muevo de ahí salvo que sienta que en algo puedo ayudar y lo hago.
-¿Qué elementos hacen para vos a una buena actriz?
Preparación, entrenamiento, inteligencia emocional, estar constantemente aprendiendo de sí misma y de los seres humanos, compromiso, coraje, pasión y responsabilidad. En lo que respecta a esta última, me refiero a que al estar en los medios vas teniendo un poder, y a mayor poder más responsabilidad. Hay que tratar de involucrarse en proyectos que sumen un poco a esta sociedad. No siempre sale así, pero por lo menos hay que intentarlo siempre.
-¿Qué actores, directores y/o obras han sido referentes para tu formación como actriz?
Amo a Meryl Streep y a Tom Hanks por su autenticidad, que se ve en sus trabajos. Pero en general todos los artistas (de cualquier disciplina) que son auténticos, que muestran su alma, que te tocan al corazón y te modifican. ¡A esos corajudos, los amo!
-¿Cómo entra para vos lo femenino dentro de la profesión actoral?
Dentro de la profesión actoral estamos viviendo aún en una sociedad machista. Y son pocas (aunque muchas veces encuentro ¡y me alegro!) las historias que son contadas desde el punto de vista de nosotras, las mujeres. Eso me frustra un poco a veces, pero trato de elegir proyectos con contenido y esto incluye mi género.
-¿Creés que el ámbito de la actuación posee componentes machistas o las actrices pueden estar en pie de igualdad respecto a sus colegas masculinos?
Sí, como decía antes, es machista en muchos sentidos. Muchas veces me han puesto en pareja con hombres que podrían ser mi abuelo tranquilamente. Hay que ver si la situación es igual al revés, cuando llegue a esa edad. Quizá las cosas cambian y me sorprenden, quién te dice… Lo más loco es que todos somos iguales, no importa el sexo, religión, edad, etcétera. Todos tenemos miedos, angustias, nos enamoramos, vamos al baño, somos seres humanos. Tenemos que dejar de lado esos rótulos y mandatos que nos impone la sociedad que debemos ser por “ser mujer” o por “ser hombre” y empezar a ser más reales, más libres, dejar de ser lo que los otros quieren para ser nosotros mismos, auténticos, esto no es sólo para la actuación sino para la vida misma.
-¿Cómo ves el panorama del cine y la televisión argentinos en la actualidad?
Actualmente desde el Gobierno se está apoyando mucho a que nuestra industria crezca. Parte de mi trabajo como actriz y como docente consiste en aportar a la federalización de la ficción desde ambos roles. Que cada provincia tenga sus propias “voces”, sus propias ficciones, magazines y programas periodísticos. Veo y creo que cada vez crecemos más y más, y me pone muy feliz.