
Por Rodrigo Seijas y Mex Faliero
-Lunes 8, a las 22:00 por Movie City Mundo, No sos vos, soy yo. Primera comedia romántica de Juan Taratuto, aunque más que comedia romántica indaga en los caminos de la comedia neurótica y psicoanalizada, ya que pone en el centro del asunto exclusivamente el punto de vista masculino y sus obsesiones emocionales tras un fracaso sentimental. La película se vale de dos elementos fundamentales: el guión, que encuentra formas novedosas para el cine nacional a la hora de retratar la crisis emocional de su protagonista; y Diego Peretti, que encaja notablemente como este hombre engañado, dolido y verborrágico.
-Martes 9, a las 17:45 por HBO Plus, Cartas desde Iwo Jima. Segunda parte del díptico sobre la Segunda Guerra Mundial conformado también por La conquista del honor, donde Clint Eastwood vuelve a demostrar su habitual maestría, esta vez para adoptar la perspectiva japonesa del conflicto bélico, lo cual implica una operación inédita por la manera que se exponen los códigos de honor, las construcciones lingüísticas, los lazos de compañerismo y la resignación trágica frente a la inevitable derrota. Un film oscuro, triste, definitivamente terminal, con una sobresaliente actuación de Ken Watanabe.
-Miércoles 10, a las 14:20 por Universal Channel, Un detective en el kinder. Arnold Schwarzenneger fue demostrando a lo largo de su carrera que no sólo tenía talento para la acción, sino también para la comedia, pensándola desde la mixtura con otros géneros y poniendo su figura como trampolín reflexivo y cómico a la vez. Uno de los realizadores que supo explotar estas cualidades y ambiciones del actor fue Ivan Reitman, quien acá utiliza la clásica estructura del policía obsesionado con atrapar a un criminal para contar un relato de aprendizaje y adaptación, con un elenco infantil tan insoportable como adorable y un Arnold en estado de gracia.
-Jueves 11, a las 23:50 por Movie City Classics, Un ladrón en la alcoba. ¿Hace falta decir que Ernst Lubitsch es uno de los más grandes directores de comedia de toda la historia del cine? Bueno, no viene mal reafirmarlo y si es con una de sus películas, mejor. En este caso con un film de gran sofisticación, que expone con sutileza y melancolía lo efímero que puede ser el amor, sin resignar una fluidez narrativa asombrosa, un humor juguetón e ingenioso, y una puesta en escena de una precisión admirable. No será uno de los títulos más recordados del realizador, pero eso mismo potencia su carácter de imperdible.
-Viernes 12, a las 22:00 por Film & Arts, Nacido el 4 de julio. Este es un ejemplo de cine político a la Hollywood, puede gustar o no, pero no deja de ser un ejemplo de cómo la maquinaria mayor piensa al propio país que la alberga. Y claro, Oliver Stone representó durante buena parte de los 80’s y primera de los 90’s a ese director preocupado por los temas profundos de su país, sobresaliente por ser el único que en esos momentos acercaba la reflexión política sobre los Estados Unidos en el cine de gran presupuesto. Sus intenciones no tienen por qué ser lo que sostenga a la película, pero indudablemente su estilo potente desde las imágenes y su falta de límites para atravesar otras instancias un poco dudosas hacen del cine de Stone de aquellos tiempos un elemento más que atractivo. Y además, este fue el primer paso de Tom Cruise en busca de cierta consideración.
-Sábado 13, a las 18:25, por Volver, El día que me quieras. Antes que Sandro, Palito Ortega e incluso Elvis Presley, fue Carlos Gardel el que vio las posibilidades del cine para difundir su música y a la vez convertir sus canciones en imágenes. En este film dirigido por John Reinhart, se da una historia de choque generacional entre padres e hijos, y de parejas no aceptadas, pero lo que importa al fin de cuentas es ver al cantante interpretando joyas como Sus ojos se cerraron, Guitarra, guitarra mía, Volver o -claro- El día que me quieras.
-Domingo 14, a las 22:00 por Disney, Toy Story 2. Pixar ya comenzaba a demostrarnos en sus albores que los prejuicios contra segundas partes eran algo un poco indeseable. Porque sencillamente esta secuela un tanto olvidada con el tiempo (y con la sumatoria de joyas que luego trajo la casa) es sin dudas una gran y enorme película, que está entre lo mejor de su producción. John Lasseter amplía y expande el universo del film anterior, exagerando allí donde la gente pide más, y excavando en el espíritu de sus personajes para hacerlos más complejos y profundos. Una enorme comedia, un intenso drama sobre el olvido y los lazos de amistad, pero también una vibrante película de aventuras, con secuencias de acción que lucen por su planificación, lucidez y gracia suprema en el trabajo sobre el movimiento que da cuenta de la acción pero también de la comicidad. Una obra maestra absoluta.