Título original: Silent Hill: Revelation 3D
Origen: Francia-EE-UU.-Canadá
Dirección: Michael J. Bassett
Guión: Michael J. Bassett
Intérpretes: Adelaide Clemens, Kit Harington, Carrie-Anne Moss, Sean Bean, Radha Mitchell, Malcolm McDowell, Martin Donovan, Deborah Kara Unger, Roberto Campanella
Fotografía: Maxime Alexandre
Montaje: Michele Conroy
Música: Jeff Danna, Akira Yamaoka
Duración: 94 minutos
Año: 2012
3 puntos
Mala traducción
Por Cristian Ariel Mangini
Silent Hill es una franquicia de videojuegos que se inició en la Playstation y se encuentra en varias plataformas. Original, audaz y con un imaginario perturbador, continúa hasta nuestros días con resultados más o menos interesantes en todas sus entregas, siempre prestando especial atención al apartado estético que, obviamente, le debe mucho al cine: Jacob´s Ladder, de Adrian Lyne, el cine de Jodorowky y David Lynch, e innumerables obras literarias de terror y ciencia ficción. Como suele suceder cuando un juego es exitoso, se lo traslada al cine buscando la presencia de fans que van a indignarse o congraciarse con la adaptación. Esto sucedió por primera vez en 2006 con Terror en Silent Hill, de Christophe Gans, que tenía algunos logros pero un guión caótico con personajes que sin lugar a dudas sobraban. La cuestión es que esta película reimaginó la trama de la primera entrega del videojuego, expandiendo la mitología y tomándose algunas libertades, como mostrar monstruos que poco tenían que ver con lo que contaba el juego. Sin embargo, nada nos tenía preparados para este desastre seis años después, una segunda entrega que no sólo va a enfurecer a fans sino que va a enfurecer a cualquiera que ponga un pie en la sala para ver esto.
Pero vamos por partes. Lo que hace Terror en Silent Hill 2 es reencauzar lo que había hecho Gans en la primera parte dentro del canon de los juegos. ¿Que Gans quería reinterpretar su visión de Silent Hill?, pues bien, unos años después los estudios y el director de esta entrega, Michael J. Bassett, parecen haber dicho “¡Qué se joda!”, y eligieron transmitir exclusivamente lo que sucedía en el canon de los juegos intentando (infructuosamente) atar los hilos de aquella entrega en unos pocos minutos. El resultado es un híbrido que no toma nunca vuelo desde lo narrativo y sucede un fenómeno que aparece frecuentemente en otras (malas) películas: los personajes hablan de cosas que no transmiten en absoluto. Un ejemplo: tanto Christopher -o Harry Mason- (Sean Bean) como Sharon -o Heather- (Adelaide Clemens) mencionan que han vivido de forma vagabunda, huyendo de un eventual peligro que nunca palpamos realmente. La película avanza a los tumbos para hablar del oscuro culto y de sus rituales, pero son apenas caricaturas sin ningún tipo de sustento. En consecuencia, todo el imaginario se desperdicia y no hay forma de que los personajes nos hagan creer esa situación de urgencia, de miedo, de emoción, de algo… Narrativamente Terror en Silent Hill 2 carece de punch, es como una cerveza sin alcohol. Ni qué hablar de los personajes de participación anecdótica que sólo quienes jugaron al juego van a entender qué diablos hacen ahí.
Por otro lado, la construcción clipera del apartado visual en el montaje tampoco ayuda demasiado. El esfuerzo monumental en la dirección de arte, que crea escenarios perturbadores que se asemejan al juego, se pierden por la búsqueda del efectismo barato en planos confusos, que en lugar de crear climas se esfuerzan en tratar (porque ni siquiera lo logran) mostrar el pánico de los personajes. Por esto se desperdicia el que es un excelente trabajo de decorados y maquillaje por terribles elecciones de dirección, a pesar de que esto es progresivo hacia el desenlace: mientras que en la introducción del film hay momentos logrados y genuinamente perturbadores, hacia el final es un delirio ridículo e insostenible.
Terror en Silent Hill 2 es una película menos que mediocre, olvidable y que desperdicia sus pocas virtudes transformando al film en una postal sin contenido que nos hace pensar qué hubiera sido de la película si hubiera sido pensada y elaborada con más tiempo por Bassett, el cual no creo que sea el único responsable del desastroso producto final. Una pena.