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La redada

Título original: Serbuan maut
Origen: Indonesia-EE.UU.
Dirección: Gareth Evans
Guión: Gareth Evans
Intérpretes: Iko Uwais, Joe Taslim, Donny Alamsyah, Yayan Ruhian, Pierre Gruno, Ray Sahetapy, Tegar Satrya, Iang Darmawan, Eka ‘Piranha’ Rahmadia, Verdi Solaiman, Alfridus Godfred, Rully Santoso
Fotografía: Matt Flannery, Dimas Imam Subhono
Montaje: Gareth Evans
Música: Mike Shinoda, Joseph Trapanese
Duración: 101 minutos
Año: 2011
Compañía editoria: Blushine


8 puntos


Tiros, líos y cosa golda

Por Rodrigo Seijas

Aunque ya venía precedido de un gran éxito en los mercados asiáticos, el film indonesio La redada se consagró internacionalmente en el Festival de Sundance, donde fue aclamado por el público, obteniendo finalmente un estreno limitado en los Estados Unidos. De hecho, el director de la película, Gareth Evans, ya está preparando una secuela, pero también una remake en idioma inglés. Aún así, el film en la Argentina no llegó a los cines y sólo podrá disfrutarse en DVD.

Y es una pena, porque La redada tiene todo para atraer al gran público, a pesar de que por su nacionalidad se la puede relacionar, en base a un prejuicio tan fuertemente instalado como errado, con la cinematografía “de arte”. Es más, es una cinta con la capacidad para ser instantáneamente adorada por los amantes del género de acción, pero incluso también por los que normalmente no son precisamente habitué de este tipo de films. Lo consigue a partir de una premisa básica: una unidad de intervenciones especiales al estilo SWAT encara un operativo para infiltrarse en un monoblock que se ha convertido en una especie de aguantadero para los peores criminales de Jakarta. Pero el operativo que supuestamente tenía que ser silencioso y efectivo es detectado en el edificio y el mandamás del lugar, un traficante llamado Tama, ordena una caza masiva. Pronto a los cada vez menos policías no les quedará otra que seguir ascendiendo, a los tiros y trompadas, para poder sobrevivir. Entre ellos se encuentra Rama (Iko Uwais), un novato que contará con un aliado (no tan) inesperado dentro de ese infierno de cemento.

La redada es una película física, de puro movimiento y acción, masculina, con hombres de acción (de hecho, casi no aparecen mujeres). El relato avanza sin pausa, sin una gran cantidad de diálogos remitiendo en su estilizada puesta en escena al cine de Johnnie To, autor de joyitas como Fulltime killer, PTU, Breaking news, Election y Election 2. Pero los ecos se extienden también al cine norteamericano, con la noción de profesionalismo como hilo conductor, invocando a lo mejor de cineastas como Michael Mann, Tony Scott o Paul Greengrass (en su etapa hollywoodense).

Los protagonistas, profesionales todos, a ambos lados de la ley, actúan y se definen primeramente por esa característica. Y es a partir de eso que aparecen otras temáticas en la película, como la lealtad, la hermandad o la delgada línea que separa a la ley del crimen. Todo como parte de un combo donde lo que prevalece es la acción en el mejor sentido del término, con cumbres en dos peleas mano a mano, estupendamente filmadas, con un gran aprovechamiento del espacio y de las habilidades de los intérpretes. De hecho, La redada constituye una revelación (al menos para el público occidental) de cuatro estrellas del cine oriental, con una estupenda performance física: el antes mencionado Uwais, Joe Taslim, Doni Alamsyah y Yayan Ruhian.

El ver La redada no sólo es una experiencia electrizante, sino también una nueva oportunidad para pensar la retroalimentación en diversos géneros entre la meca hollywoodense y las distintas industrias cinematográficas en Asia. El resultado es puro y saludable entretenimiento.

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