Por Rodrigo Seijas
La cosa fue más o menos así: el jueves, en el Suplemento No de Página/12, Gustavo Sala publicó la tira humorística que se puede ver en esta misma nota. Era obvio y esperable que enseguida se generara una gran polémica, aunque también superó todas las expectativas. Ante la catarata de recriminaciones (INADI incluido), Sala pidió disculpas a los que se hubieran sentido ofendidos y dijo que evidentemente la tira le había salido mal, por haber quedado asociada a una expresión nazi. Sin embargo, no me parece que haya tenido que pedir disculpas. Tampoco que la tira haya sido mala, sino todo lo contrario. A continuación, voy a tratar de exponer algunos argumentos como para poder justificar mi afirmación, esperando no tener luego que pedir disculpas por eso.
1) La tira no apuntaba a agitar el avispero con respecto al Holocausto, pues se refería más bien a los actos de estupidez crónica en los eventos de música electrónica, donde se tiene que estar pum para arriba, sin importar lo que pase, como si forzarse a estar alegre lo hiciera a uno mejor. Esto no quita que la puesta en escena del chiste trajera a colación el tema del Holocausto.
2) La corrección política le está haciendo mucho daño a este país. Habría que decir antes que no está mal que exista la corrección política, que ayuda a que se moderen determinados debates, a que rija primero el respeto antes que la agresión. El problema es que en buena parte de los ámbitos de discusión argentinos termina funcionando como instrumento censurador.
3) Tuve la oportunidad de ver la discusión en 678 con respecto al tema y daba mucha, pero mucha pena ver niveles de argumentación tan bajos, donde se ignoraban muchas variables en juego. Uno no le puede pedir a gente como Carlos Barragán (que señala con el dedo a todos los que trabajan para Clarín, mientras se hace el sonso sobre su pasado en Radio Mitre) que tengan la suficiente memoria y capacidad de análisis como para tener en cuenta que todas las fuerzas opresoras en la Historia quisieron disfrazar esas mismas acciones de opresión y exterminio con globitos de colores, procurando crear la ilusión de que eran buena gente tratando de hacer lo correcto. Pero sí que al menos conozcan algo de cultura popular reciente. Sobre el Holocausto y la persecución de los judíos han hecho humor tipos como Woody Allen, Larry David, Judd Apatow (en un film como Ligeramente embarazada, por ejemplo, donde el protagonista, judío para más datos, sostiene “si uno de nosotros tiene sexo esta noche, es gracias a Eric Bana en Munich”), Trey Parker y Matt Stone (se nota que nadie vio la película de South Park, que exploraba justamente este tópico). No nos olvidemos que en nuestro país, un maestro absoluto de la historieta como Fontanarrosa creó un personaje como Boogie, el aceitoso, que era misógino, machista, racista, xenófobo, antisemita y, por sobre todo, odiaba a los pobres.
4) No deja de ser alarmante que en un país como el nuestro, donde el feminicidio es una preocupación creciente, buena parte del humor más exitoso pasa por construcciones machistas y misóginas, incluso racistas y xenófobas. Y sin embargo, tanto problema por eso no se hace, incluso cuando eso traspasa el arte y se adentra en lo socio-político. Hechos nefastos como el de la agrupación La Cámpora gritándole “trola” a Victoria Donda son incluso justificados por estamentos periodísticos e intelectuales como, justamente, 678. Es que con el humor se corren dos riesgos muy básicos: puede haber un público que se sienta ofendido, pero otro que, por su formación, se sienta identificado con lo que se muestra que termine promoviendo conductas espantosas. Por algo el mismo Fontanarrosa contaba que le llegaban cartas donde lo felicitaban por el accionar de Boogie, como si pegarle a una mujer estuviera bien.
5) La corrección política muchas veces termina siendo discriminatoria: se han escuchado chistes muy duros sobre Blumberg; se hicieron observaciones que rozaron la mala leche sobre las agrupaciones de izquierda (¿alguien se acuerda del Canciller Héctor “tengo mucho tiempo libre y por eso twitteo tonterías” Timerman diciendo que el Partido Obrero debía ser llamado “Partido SIN Obreros”, a sólo días de la muerte de Mariano Ferreyra?); se apoya a León Ferrari cuando presenta instalaciones que ofendieron a muchos católicos, afirmando que “a lo que ataca es la institución eclesiástica”; se le pega palos de todo calibre a los porteños que votan a Macri (che, Fito, explicame porque en verdad no entiendo: ¿qué corno significa “swing”?); León Gieco escribe canciones como El argentinito, donde se dedica a tirar misiles contra el típico argentino de derecha (en el medio, cayendo en un montón de obviedades); se afirma en voz muy alta que Gabriela Michetti sólo cosecha votos porque es inválida y mujer; y sin embargo…
6) Sigo esperando la bendita columna de Fito sobre el 33% de los santafesinos (no sé si acuerdan, pero él es santafesino) que votó a Miguel Del Sel; que León Gieco un día se ponga a escribir sobre el argentinito progresista; que las objeciones hacia cualquier partido político no olviden la buena leche, aunque si tienen que poner el dedo en la llaga que lo hagan; que cuando se vaya con los tapones de punta en contra de algo o alguien, se acepte que la respuesta puede venir en el mismo tenor.
7) La corrección política como construcción social se retroalimenta de dos cuestiones muy poderosas en nuestro imaginario cultural. La primera es el miedo a la muerte: nos cuesta un montón reírnos de ese evento que sucede en la vida de todos, incluso de los más poderosos. ¿Será porque no tenemos una certeza cabal de lo que viene después (si es que viene algo después? ¿Será el miedo al dolor? ¿Será la permanente imposición de la tragedia y el drama como estilo de vida? ¿Será… que somos unos cagones de campeonato?
8 ) La segunda razón es la restricción de la comedia como elemento de poder enunciativo. Personalmente, estoy podrido de los “intelectuales” de medio pelo que elogian los dramones sobre el Holocausto, las guerras y otros genocidios (ignorando cuestiones largamente discutidas, como la imposibilidad de representar el horror) pero a los cuales se les pone los pelos de punta cuando se hacen chistes como los de Sala. ¿Por qué diablos el drama tiene tanta banca por sobre la comedia? Quizás porque el humor es, naturalmente, molesto, no conciliador o tranquilizador. Su propia esencia, consistente en reírse de cosas que generalmente no causan gracia, es fácilmente condenable por las mentes bienpensantes. Entonces el drama pasa a ser “importante”, mientras que la comedia es “superflua”. OK muchachos, ustedes se lo pierden.
9) Esto también se ha notado mucho con respecto a personalidades de relevancia. La imposibilidad de hacer bromas respecto a las muertes de Raúl Alfonsín o Néstor Kirchner, por ejemplo, eran más que evidentes. Ojo, no estamos hablando de hacer bromas estilo “jaja, Néstor se murió”. No, simplemente de recordar con humor a un radical de pura cepa que era un gallego calentón que no se ponía a pensar en cuestiones diplomáticas cuando se gritaba con la Sociedad Rural en pleno. O a un peronista típico que cuando se ponía un traje no parecía precisamente James Bond y hasta se daba el lujo de hacer malabares con el bastón presidencial ante la mirada atónita de su esposa. Pero claro, debemos seguir sosteniendo el mito, como si estuviéramos hablando de clones de Superman, y no de personas comunes y corrientes, que sólo en ciertos aspectos fueron extraordinarias.
10) ¿Cuáles son los límites? ¿O quién los impone? Creo que el límite lo pone cada uno, dignándose a escuchar, leer o ver la creación de otro (con Sala es difícil sorprenderse, pues siempre su estilo fue tan negro como incómodo), exponiendo las objeciones si se las tiene, aceptando que ante una broma muy pesada puede venir como respuesta algo del mismo estilo. Pongo un ejemplo personal: yo no tengo problemas en bromear sobre la muerte de mi padre por cáncer (lo admito, incluso me sirve como válvula de escape), pero hay otra gente en situaciones similares que no podría hacerlo. ¿Quién tiene razón? Ninguno, y todos a la vez.
11) ¿Haremos algún día bromas sobre el Holocausto sin entrar en tanta conflictividad? ¿O sobre los desaparecidos? ¿Sobre el hambre o la pobreza? ¿Sobre la represión por parte del poder político-económico? ¿Sobre nuestros líderes y próceres? ¿Sobre la muerte, incluso de nuestros seres queridos? Aunque no lo parezca, el humor es una buena medida para evaluar el crecimiento y la madurez de una sociedad democrática. Episodios como el ocurrido con Gustavo Sala muestran que aún falta un largo recorrido.
Muy bueno, solo agregaria que en muchos casos se condena este tipo de humor porque refriega en la cara aquellos temas que precisamente la sociedad niega y no quiere ver. El humor es una forma de nombrar lo inombrable y de tramitar ciertas cuestiones que de otra panera serian intragables o nos dejarian con un pico de presion…
lees en la nacion como nos garcan y te dan ganas de romper todo.. pero lo lees en barcelona hecho chiste y no solo te reis.. sino que te hace bien! te sirve como descarga y cura.. es mas, no solo cura, sino que tambien evita que tengas que salir a inmolarte y romper todo.
Es grande el favor que el humor le hace a sociedades como esta.. y es de boludos no darse cuenta.
Ahora.. que cosas podrian leerse en el chiste de sala que mucha gente no quiere ver? que en la pista y la fiesta la muerte esta rondando.. ya sea x que no se toman recuados de seguridad y se cae el vip pero la fiesta sigue… ya sea x que mucha gente que no escucha esa musica en casa se droga para asi poder estar «up» y bailarla.. y hay algunas mas. Pero mejor no ver nada de eso que nos pasa a todos, mejor putear a sala, decirle que es un nazi, y no darnos cuenta de cuan nazis somos al hacerlo.
Esa tira fue simplemente «A lo Gustavo Sala», es su estilo salado y delirante.
Esta muy bien el artículo Rodrigo pero lo que logras argumentar es que hay otros temas que no son ponderados del mismo modo que este chiste, no que esté mal criticar al chiste. Y creo que los que critican el chiste están criticando con toda justicia. Vos estas en todo tu derecho si tenes ganas de bromear sobre la muerte de tu viejo ahora si soy yo el que te hace un chiste sobre la muerte de tu viejo y me zarpo vos tendrías todo el derecho a enojarte, y a enojarte mucho. ¿Entonces donde esta el límite? creo que tiene que haber cierto tacto en el dibujante a la hora de hacer la historieta y considerar un poco la empatía hacia quien se dirige, además como ya te dije creo que hubiese funcionado mejor cambiando el contexto, creo que Gustavo Sala yerra la herramienta, y de hecho termina por cambiar el foco del chiste. Concuerdo sobre todo en tus puntos 8 y 9 y me parece que lo que agrega TWO esta muy bien, el humor como catarsis diríamos en psicología. Un abrazo.
q es lo divertido de hacer humor cuando se hiere y lastima a mucha gente?-
por que GS dice que no hace humor sobre Cromagnon porque «no da», pero si lo hace sobre los judíos?
GS es un nazi; no es la primera vez que hace esos «chistes».
Lo bueno de esto es que mucha gente admiradora de su «humor» sale a la luz, entonces, los podemos ver y conocer. Más de uno, se habrá enterado de q su colega de trabajo, apoya el humor nazi, lo defiende e incluso lo minimiza diciendo que es «sólo humor».
Hola … leo la historieta .. no lo veo para nada nazi, me parece que el productor/artista/creativo intenta comunicar cómo funciona (para él) la relación de poder entre «amo y esclavo».. y los clientes del amo, que son esclavos también!
En lo personal, me parece burda, vulgar, banal, poco sutil la forma que eligió el autor de expresar esa relación.. pero bue.. cada uno expresa como puede, no?
Un beso
Estefanía
Gente sin swing es un tema del disco ciudad de pobres corazones del «87..
Y la letra dice así…
Gente sin swing
Como canciones
Gente sin swing
Lejos del borde
Como un radar
(ciego, sordo, mudo)
Sin direcciones
Cómo serán sus corazones
Gente sin swing
Como ratones
Gente sin swing
Mundo sin soles
Son un poder, como naciones
Siempre estarán hasta que exploten
Y aunque te inviten a su mesa
No estarán de tu lado
Gente sin swing
Prometedores
Gente sin swing
Son como halcones
Pueden fingir hasta que llores
Pero mi amor, son impostores
Y aunque te inviten su mesa,
No estarán de tu lado
Y aunque lo juren y prometan,
No estarán de tu lado
Gente sin swing
Gente sin swing
Gente sin swing
Gente sin swing
Gente sin swing
Estefanía yo precisamente lo que le critico no es el fondo del asunto sino la forma en que lo muestra, la herramienta me parece incorrecta. Y cuando se dice que el limite es muy difuso y subjetivo yo sigo preguntando y nadie me responde ¿hubiese estado bien hacer un chiste similar referido al caso Candela? ¿entonces donde se pone el límite? ¿y por que Seijas escribe este artículo y no responde? responda Seijas!
De algún modo también critico la forma en que se expresa GS, pero cuando en mi comentario digo «cada uno se expresa como puede», se desvanece la crítica..
Me parece que es uno el que en definitiva pone el límite a su propia expresión. En la medida que movemos y reordenamos nuestras estructuras o nos vaciamos y llenamos, esos límites cambian, mutan, se transforman…
Creo que lo mágico de las expresiones es cuando resultan un fiel reflejo de nuestras impresiones.
Sí! qué responda Seijas!
Estoy de acuerdo con el articulo de Seijas.
Creo que se esta confundiendo la discriminacion por el hecho de mencionar que «se hacia jabon» con los prisioneros de los campos de concentracion. Se sabe que Hitler hacia experimentos y toda clase de horrores, y matar a una persona por el solo hecho de ser de una religion especifica es una imbecilidad. Pero yo no le veo la discriminacion ni la xenofobia de la que se lo ha acusado al autor en la tira, sino, entre varias cosas, una critica a la sociedad: «sabemos que nos van a cag@r, pero nos distraen con boludeces para que no pensemos» algo que sucede hasta en la actualidad y con muchos gobiernos.
Tambien, me parece todos hemos discriminado en mayor o menor medida en algun momento a alguien ya sea por raza, nacionalidad, religion, posicion socio economico, ideales politicas, etc… lo cual no significa que esta bien o mal, sino que lo hemos hecho y no por eso pasamos a ser la peor escoria de la humanidad, sino entonces por hacer un chiste de gallegos seríamos xenofobicos y no es asi.
Si seguimos con tanta Corrección Política «al extremo», dentro de poco no vamos ni a poder decir «Humor Negro» sin que alguien intervenga pidiendo la explicacion de la utilizacion en el término de la palabra «Negro» !!!
Como dibujante y humorista grafico que soy, yo banco a Gustavo Sala en este caso.
Creo que a Gustavo Sala algo le falla en su atribulada cabeza.. Así que estaría bien que se coma una demanda porque no pensó lo que hacía cuando dibujó la tira (suponiendo que esto fuera verdad…).También le falla algo al idiota que tiene que filtrar los que se publica en un diario como página 12. La argumentación de Seijas es muy endeble. Si «la tira no apuntaba a agitar el avispero sobre el holocausto» y se quería concentrar en David Guetta y sus seguidores, debería haber enfocado hacia allí, hacia la clase alta descerebrada que consume esa «música» que es tan mala como la de los Wachiturros. Algo que Sala ya había hecho con Arjona y tantos otros. Pero no, eligió un camino espinoso, un tema de lo que es difícil reirse: las condiciones de los prisioneros de los campos de concentración. ¿Cual es el límite? Un cierto sentido común y de decencia hubiera bastado. Que encima se escuden en el tema de los problemas de los usos de la corrección política, es otra muestra de lo endeble de la posición desde donde se intenta defender la historieta. Sala quizás necesita urgentemente un curso de historia y de análisis de discursos, porque es evidente que todo discurso fija una posición sobre el tema tratado. Una de dos: o Sala es un pelotudo marca mayor o es un fascista encubierto.
Antes que nada, pido disculpas por no haber contestado antes. Pasa que no recibí la notificación de los mensajes y no había revisado la página.
Bogado: puedo entender la cuestión de que haya personas que se sienten molestas con el chiste de Sala (mi tía, por ejemplo, que no es judía). Tienen todo el derecho a expresar su dolor, su asco, su molestia, su enojo. Ahora, eso no significa que Sala tenga que pedir disculpas a la primera de cambio. Muchas veces decimos cosas que molestan a otros, y no necesariamente pedimos perdón. Además, las expresiones con respecto a Sala llegaron a la manía persecutoria: hubo claramente una cacería de brujas desproporcionada. Y sigo preguntándome cuáles son los límites, porque yo tampoco los tengo claros, aunque creo que el humor es el que tiene que encargarse de probar esos límites. En cuanto a tu cambio de contexto, sigo estando en desacuerdo: si no se puede joder con el tema del Holocausto, tampoco con la pobreza griega, como proponías en el Facebook. Termina siendo (obviamente de manera involuntaria) discriminatorio. Igual, respeto lo que decís, porque es perfectamente razonable en muchos aspectos. Simplemente no estoy de acuerdo. Pero me parece que no podemos absolutistas.
Pablo: pablo, Pablito, pablo. Yo no me pongo a defender la coherencia en cuanto a las opiniones de Sala, porque no soy Sala, porque no lo conozco tanto, y porque él se defiende solo. Ahora, llamarlo nazi por un chiste, terminar diciendo que siempre fue nazi… tendrías que leer un poco de Historia. Hechos, Pablito. Asesinatos, persecuciones, exterminios, quemas de libros, censuras, eso era el nazismo. Cuando llamás a Sala nazi por esto, cuando ponés a los que nos gusta su humor en la misma bolsa, vos minimizás el nazismo, lo banalizás por completo. Caés justo en lo que criticás. En serio, de verdad, un libro de Historia ahí.
Estefanía: gracias por la aclaración del swing. Era un enigma que tenía sin dormir. Estás en todo tu derecho de decir que la historieta te parece burda y vulgar, es cuestión de gustos. Y sí, cada uno se expresa como puede.
Daniel: a vos también te puedo preguntar cuál es el límite, en especial en cuanto a sentido común y decencia. Decir que a Sala “le falla algo en su atribulada cabeza” o que “es un pelotudo marca mayor o un fascista encubierto” no es precisamente la forma de abrir un debate. Ese tipo de agresión es facilista e inútil. No sólo el humor debe explorar sus límites, sino también las formas de debate. Creo que acá vos encontraste un límite.
Gracias a todos por sus comentarios. Atentamente
Rodrigo Seijas
Yo tampoco sabía a que se refería Fito con lo de Swing, menos mal que Estefanía nos clarifico. Creo que Sala hizo bien en pedir disculpas, si yo te hago un chiste y veo que te ofendes esta bien pedir disculpas, sobre todo porque deja claro que no era esa la intención; y además porque sino lo rajaban del diario (no hay que olvidarse que Sala vive de esto). En cuanto al límite yo concuerdo con Daniel, y fíjese su contradicción Seijas: ¿esta bien el humor de Sala sobre jabones y esta mal el modo en que lo trata aquí Daniel? Si todo es subjetivo entonces también es subjetivo el limite de como tratar a las personas o expresarse en un debate, se da cuenta? También coincido con Daniel en que todo discurso fija una posición, y Sala -consciente o no- fija la suya, aunque me parece que en ese sentido le ha jugado en contra su ingenuidad, como el mismo ha dicho. Con usted si coincido que ha sido desmesurada la reacción, pero también es comprensible, la empatía de la que carece Sala me deja comprenderlo. Un abrazo Seijas, aunque casi siempre disentimos los debates con usted son siempre fructíferos.
Muy interesante el debate que se abrio con este dibujito no tan inocente del señor Sala. Siempre miro sus dibujos esperando «ver la luz» pero tal vez debido a la distancia generacional y geografica que nos separa nunca me resulto humoristico y menos aun estetico. Pareciera que el buen dibujo seria la negacion de su grafica, que glorifica lo grotescamente feo.
Cuando vi el texto y los dibujos de que tratamos me encontre, inopinadamente, con una copia de las caricaturas mas vulgares del diario Der Sturmer, que publicaron los nazis casi hasta la caida de Berlin hace mas de 60 años. Chistes sobre «judios jabones», asi como otros del mismo calado, los he escuchado desde mi infancia y siendo miembro de la minoria judia, nunca me hicieron gracia. Tal vez a la mayoria les pareceria risible o tal vez era una forma de agresion. No se.
Si estoy seguro que incluso gente mas o menos bien pensante en la Argentina, como en otras sociedades de las que no me voy a ocupar ahora, mamaron con la leche de sus madres el desprecio y sentimiento de superioridad frente a los judios. Por eso es que Sala no se dio cuenta de lo que hacia (el mismo lo dijo).
Quisiera ver cual seria la reaccion del publico argentino si este dibujante cargara con los desaparecidos o con los pobres soldados que fueron embarcados rumbo a las Malvinas.
Pero claro, el queria cargar a Ghetta y se le ocurrio jugar con el apellido. Ocurre que el señor Ghetta es de origen judio y muy buen puede ser que parte de su familia fuera asesinada en algun campo de concentracion. O sea que el insulto es doble, lo carga por el apellido y lo representa colaborando con Hitler para asesinar a su parentela. Muy edificante!
Tambien la representacion de los judios es muy tipica de los antisemitas (no lo acuso a Sala de antisemita, sino de ignorante).
Sala en sus dibujos representa mucha gente «nariguda» pero cuando dibuja un judio no solo que la nariz es larga sino que tambien es ganchuda. De donde saco eso, sino de la propaganda antisemita? Para tu informacion, durante la Edad Media, en que la lepra hacia estragos en Europa, no habia nada mas horroroso que perder la nariz por esta plaga. Curiosamente todos los dibujos de judios de aquellos años tienen las narices cortas, como cercenadas. Solo en el siglo XIX, las narices de las caricaturas acerca de judios tomaron el tamaño y la forma en que Sala las representa.
Que esa sea la nariz de los Borbones, Franco, De Gaulle, no cambio nada en la imagineria de gente como Sala. Las narices de Yul Brinner, Tony Curtis, Paul Newman, todas ellas tan elegantes, pese a que sus portadores fueran judios, tampoco cambia nada porque claro, se trata de un prejuicio aprendido en la infancia, que por definicion no va a cambiar solo porque la realidad sea distinta.
Bueno, este comentario se esta haciendo largo y en Tel Aviv son casi las 3 de la noche. Si leiste hasta aqui, te agradezco tu atencion.
Un saludo.