Título original: Idem
Origen: EE.UU.
Director: Brett Pierce, Drew T. Pierce
Guión: Brett Pierce, Drew T. Pierce
Reparto: Michael McKiddy, Ross Kidder, Markus Taylor, Thomas Galasso, Natalie Victoria, Eden Malyn, Benjamin Webster, Greg Dow
Fotografía: Robert Toth
Montaje: Kevin O’Brien
Música: Devin Burrows
Duración: 95 minutos
Año: 2011
8 puntos
Batidora de zombies
Por Nicolás Afonso
Pongamos en una batidora cine de zombies, parodia de la sociedad moderna y comedia, agítese bien, y probablemente salga la archiconocida Muertos de risa, la entrañable película de Edgar Wright que lanzó al estrellato a la pareja Simon Pegg y Nick Frost.
Pero si antes de abrir, añadiéramos a nuestra ficticia batidora serie B, ¿qué tendríamos? Muy probablemente algo muy parecido a lo que nos proponen los hermanos Pierce en Dead heads.
Y es que ya en Sitges 2011, sin llegar a causar sensación, dejó un agradable sabor de boca al público, que asistió a su proyección a unas horas tan tardías (fue parte del maratón nocturno de las dos últimas noches) que el que más y el que menos aprovechaba para echarse una siesta. Injusticia de la organización del festival que se subsana con una revisión de la película en compañía de amigos y con ganas de pasarla bien. Estamos hablando, estimado lector, del ganador a la mejor comedia en el prestigioso After Dark de Toronto.
Porque Dead heads tiene ese aroma entrañable al cine ochentero que encontramos en películas ya de culto como Critters, pero también el disparate contínuo típico del cine de Kevin Smith, sin olvidar que es una decente película del subgénero zombie con trazas de comedia adolescente y road movie… toda una mezcla de estilos que los hermanos Pierce salvan con nota para ofrecernos una por momentos desternillante sucesión de escenas imposibles.
Situémonos. Mike (Michael McKiddy) recobra el conocimiento en el interior de una furgoneta tecnificada sin tener muy claro qué ha pasado, se ve inmerso en medio de una masacre zombie y en su huída, se da cuenta de que… él también es un zombie, pero un zombie muy particular, pues tiene una cualidad diferente de las de sus compañeros. No tardará en conocer a Brent (Ross Kidder), otro zombie como él, para darse cuenta de que son la excepción en plena epidemia zombie. Juntos empezarán la búsqueda de la novia de Mike acompañados de Cheese (Markus Taylor), un zombie digamos convencional que es adoptado como delirante mascota por la pareja en un viaje en el que irán coincidiendo con toda clase de esperpénticos personajes.
La película presenta homenajes al cine clásico de zombies de Romero (con héroe afroamericano y casa tapiada incluída), e incluso veremos escenas que nos traerán a la mente a Terry Gilliam y su Pánico y locura en Las Vegas, como por ejemplo los delirantes especialistas con sus trajes de contención que tienden a pulular como insectos por las áreas en investigación.
Una fotografía correcta y una simpática y descatable banda sonora con reflejos de Danny Elfman, obra del semi desconocido Devin Burrows, completan lo más destacable de una película que hará las delicias de los amantes del cine de género que harán que estemos atentos a futuros trabajos de los hermanos Pierce.