Título original: Dream house
Origen: EE.UU.
Director: Jim Sheridan
Guión: David Loucka
Reparto: Daniel Craig, Naomi Watts, Rachel Weisz, Elias Koteas, Marton Csokas, Taylor Geare, Claire Geare, Rachel G. Fox, Jane Alexander
Fotografía: Caleb Deschanel
Montaje: Glen Scantlebury, Barbara Tulliver
Música: John Debney
Duración: 92 minutos
Año: 2011
3 puntos
Sin drama, suspenso, terror, misterio, ni nada
Por Rodrigo Seijas
Hay películas que son tan nulas cinematográficamente, que su propósito hay que encontrarlo por fuera de lo artístico. Es el caso de Detrás de las paredes, film inentendible e inútil cuya única razón fue el permitir que Daniel Craig y Rachel Weisz se enamoraran y posteriormente se casaran. Miren si el amor será poderoso y hermoso, que hasta es capaz de vencer al mal cine.
El nuevo film de Jim Sheridan (muy lejos del nivel que supo alcanzar con En el nombre del padre o Golpe a la vida) cuenta la historia de un editor (Craig) que deja su trabajo para perseguir su gran sueño: comprarse una casita para su esposa (Weisz) y sus dos hijas, y dedicarse a escribir la novela que siempre estuvo en su cabeza. El problema es que cuando llega empiezan a pasar cosas raras en el hogar: ruidos raros, apariciones enigmáticas, una vecina (Naomi Watts) que lo esquiva, etcétera, hasta que se entera que donde vive ahora ocurrió un asesinato terrible, en el que un hombre mató a toda su familia.
Casi desde el comienzo se le nota a Sheridan que lo que quiere filmar es en realidad un drama familiar sobre los vínculos en la pareja, la paternidad y la aceptación de la pérdida. Eso no estaría mal de por sí: muchos grandes films de terror y suspenso, como El exorcista o Sexto sentido, supieron sostenerse sobre cuestiones dramáticas vinculadas a la institución familiar. El problema es que el realizador irlandés toma el molde del cine de terror y suspenso, condimentado con algo del policial, y en ninguno de los casos los utiliza de manera apropiada. Es más, exhibe no sólo impericia, sino hasta pereza en la puesta en escena. No existe el más mínimo grado de suspenso, la película nunca asusta (ni siquiera un poquito, y eso que el que escribe es un tipo muy asustadizo) y las vueltas de tuerca policiales tienen menos solidez que una gelatina al sol. En consecuencia, también el drama termina perdiendo todo peso, sin poder salir en momento alguno del esquematismo más ramplón y soporífero.
Para colmo, a Detrás de las paredes se le notan mucho las costuras por los múltiples cambios en la sala de edición (hubo bastantes disputas entre el autor de Mi pie izquierdo y el estudio Morgan Creek, lo que llevó a realizar nuevas tomas y retoques en el corte final), y nunca se alcanzan a desarrollar los conflictos apropiadamente, quedando varios personajes sueltos por ahí, sin alcanzar la estatura o incidencia merecida.
Film completamente fallido, sin alma y energía, con un buen elenco desperdiciado, Detrás de las paredes aburre soberanamente, aunque tiene la ventaja de que es corta, con lo que no se siente tanto el tiempo desperdiciado. Igual, lo peor es que Rachel Weisz sigue lejos del alcance de todos los que estamos enamorados de ella.