El director argentino Edgardo Cozarinsky arribó finalmente a esta jornada del 68° Festival Internacional de Cine de Venecia, donde presentó Nocturnos, su film que compite en la sección Horizontes. El film es un poético retrato de la noche bonaerense en el que la soledad se hace protagonista a través de la historia de un joven que ha perdido a su pareja.
En rueda de prensa posterior a la proyección, el realizador aseguró que “la idea, desde que volví a Buenos Aires, era filmar en la noche, porque la noche de Buenos Aires tiene para mí una fascinación especial”. Y destacó que, además, es en la noche donde se deja «volar la imaginación».
«Quería hacer un film que fuera un encuentro con la poesía y quería además hacer una narración anticlásica, onírica”, agregó tras la presentación de Nocturnos. Además sostuvo que “filmar en la calle, hacer este encuentro entre la memoria y el presente, unir la pena de amor individual con el conflicto social e histórico”.
Por último, manifestó que «se sufre tanto de día como de noche, lo que pasa es que de noche se puede hacer volar la imaginación, por eso pongo tanta música en mi película. La música hace volar la imaginación. La noche es el gran tema del romanticismo, es el lugar donde la persona se libera y donde las sombras permiten ver las cosas de otra manera”.
FASSBENDER, CANDIDATO
Su actuación como un neoyorquino obsesionado por el sexo ha hecho de Michael Fassbender un firme favorito para el premio al mejor actor en el Festival de Cine de Venecia, coronando lo que los críticos llaman un año crucial para el irlandés de 34 años.
Fassbender ya había impresionado a la crítica con su interpretación de uno de los padres del psicoanálisis, Carl Jung, en A dangerous method, también en competición en la Mostra de Venecia.
Pero su actuación en Shame, de Steve McQueen, como un atractivo ejecutivo que vive cómodamente en Manhattan y que sólo puede huir de su angustia existencial buscando sexo ocasional, le ha convertido en la comidilla del festival.