Una fábula llena de humor y fraternidad sobre la inmigración clandestina, del finlandés Aki Kaurismaki, fue acogida el martes con aplausos entusiastas en el 64º Festival de Cine de Cannes, tras la sorprendente The Tree of Life, del misterioso Terrence Malick, que también concursa por la Palma de Oro.
Le Havre, en la que Andre Wilms interpreta a un lustrador de zapatos que intenta salvar a un niño africano que llega clandestino a este puerto del norte de Francia, es una de las cintas más aplaudidas en este Festival, donde periodistas y críticos han sido sometidos, desde hace siete días, a una fuerte dosis de filmes deprimentes.
Apoyado por amigos y comerciantes de un barrio popular de esta ciudad portuaria -que Kaurismaki recrea en los ’50 y ’60-, el protagonista, Marcel Marx, protege al niño y le ayuda a irse, de forma clandestina, a Londres, donde está su madre.
“He filmado un cuento de hadas, pero la realidad es mucho más triste”, señaló Kaurismaki en una rueda de prensa en el Palacio de Festivales de Cannes, tras la presentación de su cinta llena de frescura, que está interpretada en francés.
El cineasta finlandés reconoció que el mundo es más oscuro que el que dibuja en su película, hermosamente filmada y teñida de ternura y nostalgia.
“Tenía diez años cuando me decepcioné de la vida, pero decidí decirme que no estoy (decepcionado), y crear esperanza para otros”, agregó, afirmando que esos sentimientos se deben quizás a los años.
“Mientras más escéptico y cínico me vuelvo, más tiernos son mis sentimientos, no puedo remediarlo. Con la vejez me he vuelto tierno, y hasta me gustan mis personajes”, dijo el realizador.
Le Havre -la tercera cinta del cineasta finlandés en Cannes, después de El Hombre sin pasado (2002) y Luces al atardecer (2006) – se sumerge en el tema de la inmigración clandestina, uno de los asuntos más candentes en Francia, y en Europa.
“La inmigración es un problema demasiado grande como para dar respuestas. Es un tema que casi nadie toca en el cine”, subrayó Kaurismaki, cuya película es la undécima presentada en la séptima jornada del Festival de Cannes que concluye el domingo, con la entrega de las codiciadas Palmas de Oro.
La cinta de Kaurismaki es una de las tres películas escandinavas que concursan por la Palma de Oro, con Melancholia, de Lars von Trier (que se proyecta hoy miércoles); y Drive, de Nicholas Winding Refn, dos películas danesas habladas en inglés.
A cinco días de la clausura del Festival, Le Havre es, junto con The Artist -una película muda, en blanco y negro, del francés Michel Hazanavicius – el filme que más alborozo ha provocado en la platea. En cambio, la película del misterioso Malick sigue dividiendo al público y la crítica.
Mientras el diario francés Le Figaro y las revistas especializadas Le Film français y la británica Screen la ponen por lo alto, calificándola de “obra maestra”, otros la denigran, reprochándole sus excesos y su religiosidad. Pero todos coinciden en destacar su magnífica fotografía, obra del mexicano Emmanuel Lubezki.
Belmondo, ¿trayectoria?, de Vincent Perrot y Jeff Domenech, se estrenó en una gala a la que asistió Belmondo, de 78 años, uno de los míticos actores franceses desde Sin aliento y Pierrot Le Fou, dirigidas por Jean-Luc Godard.
Quedan por descubrir ocho filmes, entre ellos La piel que habito, de Pedro Almodóvar, que será exhibido el jueves.
(Fuente: AFP)