La película egipcia Microphone, de Ahmed Abdallah, obtuvo el Thanit de Oro en la competición oficial de largometrajes de la 23 edición del Festival de Cine de Cartago (JJC 2010), el decano de los dedicados al cine africano y árabe, con casi medio siglo de existencia, y que se celebra cada dos años.
En la misma categoría, el largometraje Voyage a Alger del argelino Abdelkarim Bahloul, se hizo con el Thanit de Plata, y el filme marroquí La Mosquée, de Daoud Ouled Syad, consiguió el de Bronce.
Un premio especial otorgado por la Organización de la Mujer Árabe (OFA) -presidida en la actualidad por la primera dama del país, Leyla Ben Ali- para la película que «apoye las causas de las mujeres» recayó en el cortometraje Pale Red, del cineasta egipcio Mohamed Hamed.
En la categoría de cortometrajes en competición internacional el Thanit de Oro fue a parar al corto tunecino Linge Sale, de Malik Amara; el de Plata fue para el corto keniano Pumzi, de Wanuri Kahiu; y el de Bronce para el filme etíope Lezare, del realizador Zelalem Woldermariam.
En la sección oficial de esta edición, clausurada anoche en la capital tunecina, compitieron 49 filmes de 17 países en las modalidades de largometraje, cortometraje y documentales, informó a EFE Ikbal Zalila, director de la sección paralela.
Junto a películas sudafricanas y de la ex Yugoslavia, la sección paralela de esta edición estuvo dedicada al cine de México, con la proyección de 14 películas realizadas en el país latinoamericano entre 1973 y el 2009.
Los grandes éxitos del cine mexicano como El castillo de la pureza, de Arturo Ripstein; Amores perros, de Alejandro Iñarritu; Desierto adentro, de Rodrigo Pla, o El violín, de Francisco Vargas, se proyectaron por primera en este país norteafricano.
En el apartado de documentales tunecinos y fuera de la competición oficial destacaron dos a cuya proyección acudieron multitud de espectadores.
Se trata del documental Himen Nacional: malestar en el Islam, del belga-tunecino Jamel Mokni, que trata el tema de la virginidad, tabú en este país, con testimonios de mujeres, médicos y abogados que opinan sobre la reconstrucción de un himen con cirugía plástica.
Y en Bled du Chak Wak, de Nasredine Sehili, se aborda en clave de humor la cuestión del fanatismo religioso cuando, tras la muerte del imán de una mezquita, diferentes personajes populares y marginales organizan un concurso para cubrir la vacante.
(Fuente: EFE)