Dos leyendas del cine francés, Catherine Deneuve y Gerard Depardieu, regresaron a la Mostra de Venecia con Potiche, una comedia sobre la liberación de un ama de casa en los años setenta, suscitando carcajadas y ovaciones tanto del público como de los críticos.
La comedia satírica del renombrado realizador François Ozon retrata la transformación de Suzanne Pujol (Deneuve) tras tomar las riendas de la fábrica de sombrillas del marido, enfermo del corazón.
Ambientada en el año 1977, cuando las señoras burguesas estaban obligadas a las tareas del hogar, el filme aborda el tema de la liberación femenina desde muchos puntos de vista.
La cinta, que compite por el León de Oro, sirve a su manera para recordar a las nuevas generaciones la batalla iniciada por las mujeres hace más de cuarenta años para obtener un lugar en la vida social, fuera de la familia y más paritario. «La situación de las mujeres está mejorando, pero lentamente», reconoce Denueve.
La esposa del autoritario señor Pujol, quien llegó al Lido vestida con un elegante traje blanco, forma un dúo con el gran Depardieu, en el papel de diputado comunista y ex sindicalista defensor de los trabajadores. «La comedia a la francesa» tiene el mismo tono autoirónico de «la comedia a la italiana» de la década del setenta.
El cine italiano presentó el sábado el filme La pasión, de Carlo Mazzacurati, sobre la crisis creativa de un director de cine, encarnado por el renombrado Silvio Orlando, actor fetiche del realizador Nanni Moretti.
El desencanto por su oficio, la falta de ideas, las glorias y miserias de quien realiza el cine son narradas a través del protagonista, que acepta dirigir una representación teatral de la pasión de Cristo en un pueblo perdido de la región de Toscana para poner remedio a sus problemas. «Nace de una experiencia vivida, de cuando se sufre un bloqueo creativo que luego se logra superar», admitió el cineasta, quien obtuvo en 1994 el León de Plata por su filme El toro.
(Fuente: AFP)