Gabriel Range, quien ha testeado los límites del buen gusto con Death of a President, un abordaje ficcional del asesinato de George W. Bush, se presentó en Toronto con el filme I am slave, sobre una mujer esclavizada en el Londres actual.
La verdad detrás de I am slave es tan extraña como la ficción detrás de Death of a President. Range sostuvo que todavía hay esclavitud en Londres y es hora de hacer algo. «Encontré shockeante que una historia como esta pudiera ser actual y que ocurriera en una ciudad como Londres. Eso se me conmovió y así comenzó el viaje”, contó el director.
I am slave está protagonizada por la actriz británica Wunmi Mosaku como Malia, una mujer sudanesa arrebatada de su hogar de pequeña y vendida como sirvienta doméstica para trabajar -sin paga- para una familia en Khartoum, la capital de Sudán.
La familia envía a Malia a Londres a trabajar para un primo, pero ella se siente allí tan atrapada como en Sudán, con miedo de que lastimen a su familia si trata de escapar. Es golpeada, encerrada en un cuarto oscuro y se le prohíbe hablar a los miembros de la familia a los ojos o hablarle a alguien si no le hablan primero.
«Ella es antes que nada una esclava en su mente. No se puede ir incluso si la puerta está sin llave”, afirmó Mosaku. «Uno es esclavo aquí”, agregó, señalando hacia su cabeza.
Algo desconcertante, la película está hablada por completo en inglés. Range explicó que creía que esto iba a ayudar al filme a ser más accesible para una mayor audiencia.
El resto del elenco proviene de Israel, Marruecos e Irak, a la vez que se produce el debut de la keniata Natalie Mghoi, interpretando a Malia de pequeña.
(Fuente: Reuters)