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Funcinema

Noches de tormenta

Gore

Por Juan Francisco Gacitua

Espejos Siniestros es una película fallida en todos sus aspectos, pero el más notable es que sus escenas genéricas den risa, literalmente, esto gracias a la mala utilización de los efectos especiales y el recurso mismo de destruir hombrecitos doblándolos cruelmente.

Es otro estreno el que provoca mucho más miedo.

La sola idea de pensar en Diane Lane y Roger Waters (Richard Gere, para algunos) en la cama puede provocar náuseas, pero tras esta broma inmadura se esconde eso que hace que la película congele los huesos: Lane, Gere y el resto del elenco fueron enviados a una batalla perdida desde el inicio, a defender una trama repetidísima y con un final injustificable, a gesticular el dolor hasta que nos de risa, a soportar un huracán meteorológico y una tormenta de malas ideas, caídas de repente y sin mucha conexión entre ellas. Si me detengo en ellos es por reconocerles ciertas buenas actuaciones (debo sumar a la sexy Mae Whitman, que le dio su voz a la sexy Tinker Bell), pero también para señalar que esta no es una de ellas.

Entonces, con las peores actuaciones del año –puedo rectificarme y dejarle algún rédito al personaje de Viola Davis, la única capaz de despertar la risa genuina-, las peores escenas del año –el momento sexual es, efectivamente, nauseabundo, como todos los que implican coqueteo, los encuentros con la familia de campesinos vulgarmente estereotipados, la aparición de los ponys…-, la peor dirección del año –travellings de profundidad donde la cámara tiemble o tomas con errores en la disposición física de los actores no merecen perdón-, y definitivamente, el peor giro argumental del año, que películas como Atonement introdujeron genialmente. ¿La peor película del año, entonces? No lo sé con certeza, hay muchas candidatas.

Estoy cada vez más atemorizado.

1 punto

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